Ninja

que no te duerman con cuentos de hadas,

que no te cierren el bar de la esquina.

- Sabina

La manipulación mediática y la fabricación de “issues” utilizada por el gobierno de Fortuño es llamada por algunos expertos del tema como la estrategia de la bolita de humo. La milenaria táctica heredada directamente de los Ninja o Shinobi consiste en generar humo a través de ignición de manera que la nube que se crea ciegue al adversario, dándole así tiempo suficiente al Ninja para escapar.

La primera bolita de humo que nos tiro Fortuño, por lo menos en el sentido figurado, fue la del impuesto al celular. La medida era tan antipática que ayudó a aguar el debate y a distraer la opinión pública cuando despidieron a decenas de miles de empleados. Como esa hay muchas más y quien dude esa afirmación no escucha suficiente radio AM.

Esta semana el gobierno, cansado de las metáforas, decidió tirar bolitas de humo en Río Piedras. Parece que la fulminante botada que le dieron a García Padilla no era suficiente y decidieron ir contra los estudiantes. Y es que decir estudiante viene siendo como decir delincuente. Eso de estar bebiendo, de estar fuera de sus casas, de querer socializar, de usar los espacios públicos en la ciudad universitaria es una afrenta directa a los valores del nuevo hombre puertorriqueño que Fortuño quiere.

Ante todo eso lo que nos queda es el llamado a la organización en todos los espacios posibles y los no tan posibles y levantar la consigna de ¡A ESTUDIAR Y A LUCHAR!