Comenzaron por modificar el ring. El escenario había que cambiarlo un poco, hacerlo más interesante. Añadir algunas variables de incertidumbre pocas horas antes de la cartelera seguramente subiría los ratings. Los carteles lo anunciaban, los fanáticos deliramos. Máscara contra cabellera. ¿Qué puede ir mal? Ygrí Rivera viene luchando enmascarada desde que Acevedo Vilá le chocó la mano para que subiera a la lona botánica. Por el otro lado está la melena de René Vargas. ¿Acaso hay que decir algo de la melena de René Vargas?
Las compañías de pay-per-view reclamaban su exclusividad minuto a minuto, mientras que los altos directivos de la Capitol Sport Promotions organizaban el aniversario XXVIII desde la plazoleta de los vientos. Renunciaron al cliché de rodear el ring con alambre de púa.
Entonces, llego un infeliz, algún sabiondo, algún nerd y …
SPOILER ALERT
…afirmó que la lucha libre no es un deporte. Que los luchadores se limitan a ejercer unas muy elaboradas coreografías. Es algo así como la capoeira de los años ochenta. Algo así como las cosas que entienden los muy educados jóvenes universitarios que se espantan de ver la manera en que le llenan su universidad de “títeres de caserío”. Y es que no es cool que recluten a esa “gente” para que velen, porque ellos “no entienden”. No entienden que se les niega lo que otros, para sí, “defienden”.
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