domingo, 8 de noviembre de 2009

Nada de teléfono

A la gente del CAED

El gobierno se negaba a dialogar en los términos de los estudiantes, nada de diálogo público, sólo negociación encubierta, nada de pérdida de prestigio, nada de legalidad, sólo lo habitual: rejuego, comadreo, oscuridad. Nosotros, como estábamos locos, le exigíamos transparencia. La unica transparencia que ofrecía era la claridad de sus actos represivos. El ala derecha del movimiento trataba de replegarse, el rector de la universidad llamaba al regreso a clases. La proposición era derrotada masivamente en las asambleas. Cada escuela que terminaba de votar en contra de la propuesta de levantar la huelga salía en manifestación por la explanada universitaria para proclamarlo.

Carteles con un teléfono tachado y el mensaje: “Éste no es diálogo público” cerraban la puerta a las negociaciones subterráneas que nos parecían una trampa. ¿Qué seguía? Los días eran largos, pasaban muchas cosas. La trabazón era para ellos, no para nosotros. Cada día crecían los mítines callejeros, las brigadas de propaganda aumentaban.

-Tomado de 68 de Paco Ignacio Taibo II

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